y dejar que se caigan los últimos rezagos.
verlos alejarse sin sentir la necesidad de evitar el exilio, la transferencia de tecnologías a un cuarto mundo.
disculparse frente a las autoridades por todo el escándalo y encender las luces.
presenciar la reacción del senado: tanto movimiento, tan pocos resultados.
las horas pasan, tus labios permanecen intactos.
como si el campo de batalla pudiera albergar algo más que un puñado determinado de años
o que el nivel del agua al llegar el final del verano, será siempre el mismo.
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