porque hay momentos en los que uno tiene que simplemente rendir el control, someterse a esa fuerza que se vislumbra a lo lejos, y entregarse plenamente, pese a no saber cuál será el resultado del ejercicio.
(las horas pasan, sus labios permanecen intactos).
tengo miedo, pero algo me sostiene:
JAMAS PODRAN MATARNOS
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